Comentarios en: Los secretos de una buena charla https://vivoycoleando.com/2022/10/22/los-secretos-de-una-buena-charla/ Mil y una cosas que nos hacen sentir vivos Sat, 26 Nov 2022 03:02:35 +0000 hourly 1 http://wordpress.com/ Por: Los secretos de una buena charla — Vivo y Coleando – Marlen Mata https://vivoycoleando.com/2022/10/22/los-secretos-de-una-buena-charla/#comment-103016 Sat, 26 Nov 2022 03:02:35 +0000 http://vivoycoleando.com/?p=15592#comment-103016 […] Los secretos de una buena charla — Vivo y Coleando […]

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Por: FELIPE https://vivoycoleando.com/2022/10/22/los-secretos-de-una-buena-charla/#comment-102723 Sat, 22 Oct 2022 16:48:18 +0000 http://vivoycoleando.com/?p=15592#comment-102723 Usar el término charla, y no el de conferencia, para definir lo que hace me parece más ajustado y correcto. Porque ese vocablo incluye dos sentidos (el de ponencia y disertación, por una parte; y el de coloquio y discusión, por otra;) que se complementan y unidos dan lugar a su estilo. Da igual «la forma» que utilice para expresarlos. Sea la oral -en foros públicos como invitado- sea la escrita -a través de sus Blogs-, ambas, de manera hermanada, simbolizan lo que es su idiosincrasia y giro.

La simbiosis entre parlamento y soliloquio (no exento de socarronería y picardía) con plática y debate (abierto, variado -y, a veces, comprometido-) confiere fortaleza, rigor, variedad y cercanía a sus charlas. Ese bajar figurado del estrado o púlpito, sin despojarse de la toga o vestimenta litúrgica, para ponerse a la altura del público, hace que, sin perder auctoritas, convirtiéndose en uno más no deje de ser usted mismo. Porque lo serio y complicado en buenas manos puede llegar a ser comprensible, interesante y hasta divertido. El problema para nosotros, el resto, es que no somos capaces de verlo, ni hacerlo.

P.D. Una buena forma de comenzar o terminar una exposición es hacerlo con una anécdota. Como la maldita guerra de Ucrania sigue, despediré este comentario con una anécdota histórica rusa (que dedico al siniestro Putin) y el deseo vehemente que el conflicto acabe pronto.

Cuando Brezhnev accedió al cargo de Secretario General del Partido Comunista de la antigua URRS, Khrushchev (el de la Crisis de los misiles de Cuba disputada con Kennedy), su antecesor, le entregó dos cartas lacradas y le dijo: cuando te encuentres ante el primer problema verdaderamente grave y serio abre la primera carta. Si surgiera el segundo, y necesitaras ayuda, abre la segunda.
Y así ocurrió, cuando Brezhnev se encontró ante el primer escollo recurrió a la primera carta, la abrió y leyó: «Écheme las culpas de todo».
Y eso hizo. Culpó a su predecesor de todos los males del Estado. Sin embargo, al tiempo volvió a tener problemas irresolubles y hubo de recurrir a la segunda carta, la abrió y leyó: «Siéntese, y empiece a redactar dos cartas iguales…»

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