Comentarios en: Lo bueno acompañado sabe mejor https://vivoycoleando.com/2022/10/12/lo-bueno-acompanado-sabe-mejor/ Mil y una cosas que nos hacen sentir vivos Wed, 12 Oct 2022 16:05:35 +0000 hourly 1 http://wordpress.com/ Por: FELIPE https://vivoycoleando.com/2022/10/12/lo-bueno-acompanado-sabe-mejor/#comment-102660 Wed, 12 Oct 2022 16:05:35 +0000 http://vivoycoleando.com/?p=15552#comment-102660 Estos podrían ser algunos mandamientos para que la vida supiera mejor y fuera más disfrutable:

Ser humildes, conscientes de nuestra pequeñez y capaces de eliminar aquello que nos sobra.
Alejarnos de la gente estúpida y la que ofende (la lengua es un órgano que les estorba -Pérez Galdós-).
Abastecernos de amigos fieles (desinteresados, inspiradores y sanos), familia (aunque esta lotería biológica a veces no acabe en en premio y sí en condena) y buenos libros (que esperan impacientes ser leídos).
No limitarnos a la cómoda compañía de afines, pues es en el contraste y en la diferencia donde se descubren facetas ocultas de nuestro yo, se le hace salir de su prólogo y poder avanzar capítulos.
Dar luz a los demás con lengua amable, sin permitir que nuestro conocimiento y experiencia se vanaglorie y transforme en altivez, soberbia y autocomplacencia.
Liberar el ruiseñor de la alegría y el afecto.
Degustar a pequeños sorbos los buenos momentos para que se prolongue su disfrute, permanezcan indelebles en la memoria y ayuden a pasar los malos momentos.
Tener siempre ilusiones, esperanzas y sueños.
Permitirnos ser idiotas sólo cuando estemos enamorados.
Y trabajar para poder vivir, disfrutar y ser persona y no a la inversa.

Su vida, José Ramón, auténtico telón de fondo de esa personal enciclopedia intemporal e inacabable de episodios del vivir (importantes, insignificantes, curiosos, singulares, anecdóticos, reales, fabulados, divertidos, dramáticos…) que es su «Vivo y Coleando» (¿para cuándo un libro con sus mejores artículos?), cumple muchos de esos principios. Es más, desde lo que representa su grafía, parece haberse vuelto más fresca e ilusionada y haber reforzado su proverbial positividad y buen juicio. Diríase que el cambio de casa a chalet, sus nuevas rutinas, el esforzado pluriempleo de jardinero, el pasar de peatón a acompañante de perro o el convertirse en taxista de sus hijos le hubieran aportado una adicional energía y alegría.

P.D. De igual forma que en la Compañía de baile de Antonio Gades bailaban gordos, flacos, calvos, feos, guapos, viejos y jóvenes porque, según afirmaba el maestro, todo el mundo tiene derecho a bailar. En su particular «Compañía» todos tienen cabida porque el derecho de aprender a vivir y disfrutar de la vida es universal. Por eso las puertas de su teatro –el Blog- permanecen siempre abiertas.

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