Comentarios en: Leer no mata, pero engorda… la mente https://vivoycoleando.com/2022/05/21/leer-no-mata-pero-engorda-la-mente/ Mil y una cosas que nos hacen sentir vivos Tue, 24 May 2022 14:28:47 +0000 hourly 1 http://wordpress.com/ Por: Lautaro https://vivoycoleando.com/2022/05/21/leer-no-mata-pero-engorda-la-mente/#comment-101490 Tue, 24 May 2022 14:28:47 +0000 http://vivoycoleando.com/?p=15269#comment-101490 Lo que es yo, si un maldito día se prohibiera leer, pues me cagaría en esa prohibición y seguiría leyendo.

Me gusta

]]>
Por: FELIPE https://vivoycoleando.com/2022/05/21/leer-no-mata-pero-engorda-la-mente/#comment-101423 Sat, 21 May 2022 17:10:13 +0000 http://vivoycoleando.com/?p=15269#comment-101423 El nacimiento de un hijo con espina bífida mieloforme (enfermedad incurable y muy incapacitante que obliga a continuos cuidados y al uso de silla de ruedas), hizo parar la vida de Pedro Pablo Sacristán obligándole a replanteársela. Solo tengo una vida, se decía, y quiero que valga la pena. Aunque la suya, hasta ese momento, había sido cómoda y segura, su visión y sentir del mundo -coincidente con la oficial- se demostró errónea y limitada. Fue entonces cuando le vino a la memoria esa afición tan suya de sembrar y cultivar valores en sus hijos a través de la creación de historias y la invención de cuentos. A partir de esa inclinación y tendencia natural, que sacaba a relucir su faceta más humana, creó Cuantopatía. Una modestísima empresa familiar que se dedica a escribir cuentos originales para formar personas y transmitir valores.

Este que les reproduzco se refiere a nuestra protagonista de hoy, la lectura. Vehículo descontaminador de ignorancia, aislamiento y aburrimiento por el que viajan palabras -ordenadas por su autor- para contar historias y transmitir conocimiento, compañía y divertimento. Aunque va dirigido a niños, ¿no somos todos, en el fondo, unos niños…mayores?

LAS PALABRAS VIAJERAS
de Pedro Pablo Sacristán

«La primera palabra que existió no sabía viajar. La pobre vivía sola, encerrada en una cabecita. Aparecieron más palabras, y tampoco sabían viajar. Hasta que un día conocieron una boca y le pidieron ayuda. La boca escogió a una y sopló con gran fuerza. Y aquel fue el primer viaje de una palabra, y la elegida fue “mamá”.

Muchas otras palabras aprendieron a viajar así. Saltaban felices de las bocas a las orejas volando a través del aire. Pero pronto se dieron cuenta de que nunca llegaban muy lejos. Como mucho, con el mayor de los gritos y el viento a favor, algunos cientos de metros ¿Cómo iban a conocer así el mundo con lo grande que es?

Pasaron años y años antes de que conocieran a unas chicas increíbles. Eran 27 amigas que se hacían llamar Letras, y se ofrecieron a vestir a cada palabra de forma distinta, para que al viajar se las reconociera fácilmente. Ellas no sabían volar por el aire, pero conocían al señor Lápiz, capaz de pintar cualquier cosa en cualquier sitio. Sin embargo, Lápiz nunca encontraba buenos lugares para que las palabras viajaran, y a menudo escribía sobre rocas y árboles que nadie podía mover, dejando a las palabras allí atrapadas para siempre.

Y entonces, cuando las palabras estaban a punto de rendirse y aceptar que nunca podrían viajar lejos, conocieron al señor Papel. Era ligero y se movía rápido, pero aguantaba firme mucho más que el aire. Era la forma perfecta de viajar.

Y así en el papel el lápiz escribió letras, que formaron palabras, que pudieron viajar al otro lado del mundo sin perderse. Y lo que en un principio solo había en la cabeza de unas personas pudo llegar a muchas otras a las que ni siquiera conocían, inventando una maravillosa forma de hacer viajar las palabras que cambiaría el mundo para siempre: la lectura».

P.D. Aunque Borges afirmara, no sin razón, que el verbo leer como el amar o el soñar, no soporta el modo imperativo. Hay que leer para vivir -Flaubert-; hay que leer para saber que no estamos solos -W. Nicholson-; hay que leer para recuperar el placer de conversar en silencio -W.S. Landon-; hay que leer un libro para saber más, llegar más lejos y poder conservar la cultura -R. Bradbury-.

Gracias, José Ramón, por alimentarnos y acompañarnos siempre con tu amena y variada lectura. Las bibliotecas -permanentemente abiertas y actualizadas- de tus Blogs salvan vidas, nutren mentes y dan compañía y alegría.

Le gusta a 1 persona

]]>