No es fácil conocernos a nosotros mismos, tampoco conocer al otro, pero lo que es dificilísimo es tener la fortuna de encontrar esa persona que nos complementa, que sonríe ante los mismos estímulos que nosotros, que sufre ante las mismas injusticias, que es capaz de estar feliz en silencio en nuestra compañía y de preocuparse por nuestro bienestar de forma desinteresada.
Y además que vaya envuelta en un cuerpo que nos excite y que sepa usarlo. Casi nada.
Sin embargo, hay que intentar encontrarla con la tenacidad del buscador de pepitas de oro, y para ello las webs de contactos son ríos cuya corriente tiene que ser cribada. Por eso, bien están las siguientes diez reglas de oro para buscar y encontrar esa pareja soñada, que paradójicamente y jugando con palabras, procederá de un mundo virtual, se hará real y se acercará a nuestro ideal.
1ª. Buscar un sitio o varias web de relaciones que sean populares, con garantías de seriedad, y con muchos usuarios registrados. Hay muchas web artificiales que se nutren de cifras irreales y de activos operadores que colocan señuelos de fotos con mensajes suplicantes, totalmente ficticios, aunque lo que no será ficticio será el pagar por ir mas allá.
2ª. El apodo (nickname) es importante. Una flor atrae por el color y el aroma, y una persona virtual por lo que dice la etiqueta de su “nombre de guerra”: cuanto mas sugerente, mejor.
3ª Nunca decir “la verdad y toda la verdad” en los formularios de registro y presentación, ni a las primeras confesiones al otro. Debe optarse por lo general antes que por lo particular. Mejor mostrar la dimensión social y salvar la intimidad. Sobre el perfil y nuestras circunstancias personales, económicas y sociales o de salud, pues cuanto menos mejor. Ya habrá tiempo para intimar y entregarse.
Eso sí, publica una foto realista, que las mentiras visuales se pagan en decepciones y rechazos de la ansiada pareja.
5ª. Nada de contactar con amores lejanos, al otro lado del océano o sorteando escollos de lengua o distancias geográficamente enormes. Téngase presente el dicho mexicano: «amor de lejos, amor de pendejos». Es posible el amor con alguien que está en las antípodas, en otro continente o a mas de mil millas o kilómetros, pero frente a las remotas probabilidades de que salga bien se alzan los inconvenientes reales e inmediatos de alimentar tales contactos.
6ª Jamás, jamás, jamás… enviar dinero a esa chica o chico que tan familiar nos parece en la distancia sin haber atravesado la barrera del contacto presencial. Por email o chat todo pinta transparente pero si no queremos formar parte de los actores secundarios de la película “toma el dinero y corre”, bien está hacerse el remolón. Además esas solicitudes de dinero revisten sutiles manifestaciones (ej. He perdido el trabajo, tengo enferma a mi madre, me desahucian, no puedo seguir con internet, etc).
Y por supuesto, la suplica va envuelta en lisonjas y requiebros amorosos.
7ª No esperar milagros. En esos zocos de encuentros de pareja hay de todo. Pero hay que ser consciente de que se nutre en buena parte de personas con lo que calificaríamos cariñosamente de “abollones” (rupturas traumáticas anteriores, separaciones y divorcios, hijos, problemas de sociabilidad,etc). Eso no es un juicio negativo pues detrás hay excelentes personas pero bien está saberlo pronto (en las primeras citas, el mecanismo de autodefensa lleva a silenciarlo o disfrazarlo), pues mas grave será enterarse cuando la relación avanza.
Por eso hay que poner en libertad vigilada o «cuarentena» el sueño que se cumple de forma fácil,rápida y exacta. En particular, especial desconfianza hay que tener con las chicas de los países del este, pues aunque no todo es hojalata tampoco es oro todo lo que reluce, ya que la necesidad por salir de sus países puede dictar lo que presenta como su corazón.
Y como no, desconfiar de los “ganchos” de la propia empresa que sostiene la web de relaciones. Si alguien recibe a los pocos días de registrarse un meloso mensaje del chico/chica de sus sueños, y responderle supone abonar algún coste o envío, pues mas vale dejar de soñar un poquito y darse una ducha fría. Con la cabeza fría volver a analizar el mensaje y entonces decidir.
¿Se trata de mentir o de desconfiar?. No. Sencillamente de pescar o dejarse pescar en un mar revuelto donde hay mucho tiburón. Para pescar sin ser pescados hay que moverse mucho y conocer el ecosistema.
8ª Disfrutar del cortejo, seducir o dejarse seducir, jugar a tanteos y tonteos. Nada hay de malo en ello si no se hace daño al otro. No hay inconveniente en conocerse personalmente, en vivo y en directo, o incluso en darse un revolcón de buenas a primeras, o varios (si el cuerpo aguanta y ambos disfrutan) pero enamorarse es otra cosa que lleva tiempo.
El deseo de amar y ser amado, de tener pareja, lleva a ser generoso y a mostrar predisposición a ofrecerse barato. Quien tiene sed se abalanza sobre un espejismo. Los arqueros saben que los flechazos que dan en la diana nunca son los primeros.
Para enamorarse, hay que aplicar la regla de la tercera cita. Tras el tercer encuentro cara a cara (o «cuerpo a cuerpo») el cuadro impresionista de la otra persona se perfila mas familiar y cercano, y por supuesto nada mejor que la cuarentena – 40 días de tanteo y tonteos – antes de adoptar decisiones traumáticas o de sacrificio por ese nuevo amor (dejar el empleo, cambiar de ciudad, sacrificar intereses vitales,etc).
Así y todo, hay pautas que nos indicarán a las claras como saber si estamos enamorados.
9ª Como en el ajedrez, hay que “jugar simultáneas”. O como dice el refrán «no hay que poner los huevos en el mismo cesto». En esos foros suelen conocerse “chicas/os” Guadiana, que ahora aparecen y luego desaparecen, volviendo a reaparecer, según les va el mercado o según sus vicisitudes afectivas.
Hay que acostumbrarse a no estar pegado al ordenador para recibir el ansiado mensaje, como hay que acostumbrarse a las desapariciones súbitas o turbulencias de la relación. Para mantenerse en conexión y sondear varias personas simultáneamente hay que tener mucha memoria, o bien apuntar en una libreta o similar, los datos de las personas con las que hemos contactado así como su perfil y nuestros propios comentarios para asegurar la congruencia y evitar errores fatales.
10ª No dejar de hacer vida social fuera de internet. Entablar relaciones y abrir nuevos horizontes sentimentales consume energías y tiempo. Mucho tiempo esperando, chateando, contestando, preparando respuestas y encuentros. Hay que conservar siempre el aire fresco de la vida inmediata, de las amistades y familiares cercanos. A veces son un ancla que limita la libertad de nuestras decisiones pero las anclas también garantizan la seguridad frente a las tormentas.
Y sobre todo tener suerte… porque hay personas como nosotros, con buen corazón al otro lado del muro de la red…
En todo caso, si llega el ansiado encuentro físico (sin incienso, distancias ni espejos ) bien está recordar los diez trucos para enamorar.
Vivo y Coleando 
Me parece muy bueno el articulo, Únicamente por ponerte un «pero» pequeñito, es ese comentario ni se me ocurre calificar de racista ni de xenófobo porque te sigo desde hace años en el blog de contencioso.es y estoy seguro que no lo eres ni por lo mas remoto según se deduce de tus escritos, pero cualquiera que no te haya leído tanto podría pensar que la alusión a las «chicas del Este» es un poco sesgada.
En primer lugar el concepto de chicas del Este, o ciudadanos del Este ya engloba una carga cuasipeyorativa, porque utilizar esa expresión para referirnos a un conjunto heterogéneo de países ya carga la mano sobre determinadas circunstancias. Países del Este, ¿del Este de donde? Referente a España podría ser cualquier país de Europa salvo Portugal y las Islas Británicas, pues todos los demás están al Este de nosotros, pero tu no te referías a Italia o a Alemania que si están al Este de España, ni mucho menos a países de Oriente Medio, o de Extremo Oriente que esos si que son del Este, o incluso de Japón que mas del Este no se puede ser puesto que es el País del Sol Naciente.
Yo creo que tu te referías al este de Europa, pero ¿te referías a Grecia? o a Chipre? que casi son los países más orientales de Europa, ya que incluso Chipre esta ya pegando con Libano o Israel.
Es evidente que no. El término países del Este no se refiere tanto a un ámbito geográfico como político y ahi es donde lleva su cargar peyorativa. Históricamente se han llamado siempre «países comunistas» , aunque también tenían antiguamente la denominación de COMECOM ( agrupación económica opuesta a la CEE), en tiempo de Franco se llamaban «Rusia y países satélites».
Pero esos perjuicios hoy día ya están desfasados porque todos esos países con la excepción de Rusia pertenecen ya a la UE, y no hay ninguna dificultad a priori para poder viajar a cualquier país, siguiendo ese argumento mucha más cautela habrá que tener con las chicas/chicos hispanoamericanos ya que además de la barrera económica de un costos billete de avion esta la barrera administrativa de los visados que necesitan para entrar en España casi todos los países de Hispanoamérica, con la excepción creo de Chile, y Argentina.
Es solo una reflexión, es que hay que tener cuidado con las denominaciones geogŕaficas porque a veces encubren soterradamente otras cosas. Yo estoy seguro que no es tu caso, porque ya digo que te sigo desde hace años y siento una gran admiración por ti como jurista y como persona, y te animo a seguir con tu ingente labor que aunque no lo sepas beneficia y gratifica a muchas personas.
un cordial saludo
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